Ascensores de carga sin habitaciones , también conocidos como ascensores de carga sin sala de sistema (MRL), han ganado popularidad en los últimos años debido a su diseño que ahorra espacio y su rentabilidad. Los montacargas tradicionales requieren una sala de máquinas separada para alojar el equipo y los controles del ascensor, mientras que los montacargas MRL combinan estos aditivos dentro del propio hueco del ascensor. Si bien ambos tipos tienen sus ventajas y desventajas, muchas empresas están recurriendo a los montacargas MRL como una opción más rentable.
Una de las principales ventajas de los montacargas MRL es su diseño que ahorra espacio. Al posponer la necesidad de una sala de máquinas separada, las empresas pueden utilizar el espacio más grande para otros fines, como garaje adicional o espacio de oficina. Esto es principalmente útil para edificios más pequeños o espacios donde cada centímetro rectangular cuenta. El espacio ahorrado reduce además los costes de producción, ya que no es necesario asignar espacio ni construir una sala de sistemas independiente.
Otro componente de ahorro de tarifas de los montacargas MRL son las tarifas reducidas de instalación y protección. Los montacargas tradicionales requieren un trabajo de producción de buen tamaño para construir una sala de dispositivos, junto con cableado adicional y estructuras de flujo de aire. Los montacargas MRL, por otro lado, tienen un procedimiento de instalación muy sencillo, lo que reduce el trabajo duro y los costos de construcción. Además, la ausencia de una sala de dispositivos implica menos aditivos para mantener y reparar, lo que resulta en costos de renovación más bajos durante la vida útil del ascensor.
La eficiencia energética es otro de los componentes en los que destacan los montacargas MRL. Con los avances en la generación, los montacargas MRL se han vuelto más eficientes energéticamente en comparación con los montacargas convencionales. Su diseño, que incorpora motores sin engranajes y accionamientos regenerativos, minimiza el consumo de electricidad y reduce los costes energéticos para las empresas. En algunos casos, los montacargas MRL pueden ahorrar hasta un 50% de costes energéticos en comparación con los montacargas convencionales.
Además, los montacargas MRL pueden proporcionar un viaje más suave y cómodo. La integración de la maquinaria en el eje reduce las vibraciones y el ruido, resultando en una mayor experiencia y tranquilidad para los clientes. Esta comodidad incorporada puede ser especialmente beneficiosa para los montacargas utilizados en edificios de oficinas u hoteles, donde la reducción del ruido es fundamental.
Si bien los montacargas MRL tienen esas ventajas, realmente vale la pena señalar que hay algunos límites a tener en cuenta. Una desventaja de capacidad es la capacidad de peso reducido de los montacargas MRL en comparación con los montacargas convencionales. Debido a que el equipo está incorporado en el hueco del ascensor, la carga del propio sistema puede disminuir el potencial del ascensor. Sin embargo, los fabricantes han logrado grandes avances en la era MRL y muchos modelos ahora ofrecen capacidades de peso similares a las de los montacargas convencionales.
Otra atención es la accesibilidad de la maquinaria para su protección y mantenimiento. En los montacargas convencionales, la sala de dispositivos proporciona un fácil acceso al equipo, lo que simplifica la conservación y las reparaciones. Con los montacargas MRL, el acceso al equipo puede ser más complicado y requiere equipos especializados o técnicos con formación específica. Esto puede causar mayores costos de trabajo duro para mantenimiento y conservación.
En conclusión, los montacargas MRL ofrecen una alternativa económica a los montacargas convencionales con sala de máquinas. El diseño que ahorra espacio, los costos reducidos de instalación y mantenimiento, la eficiencia de potencia y la comodidad de conducción avanzada los convierten en una opción atractiva para los equipos. Sin embargo, es muy importante considerar cuidadosamente los requisitos y obstáculos específicos de cada edificio antes de tomar una decisión final.